¿Hasta qué punto se puede evitar un desastre natural o que desastres se pueden considerar humanos? 

            El objetivo de este blog es el análisis valorativo, siempre acudiendo a los datos científicos y a explicaciones empíricas, de los principales hitos que se han producido en relación con los desastres naturales, aquellos que han marcado a la humanidad y han cambiado la vida de las sociedades. La pregunta que abre el campo de estudio del blog y explica el trabajo es la siguiente: ¿hasta qué punto se puede evitar un desastre natural o que desastres se pueden considerar humanos? La respuesta varía en función del continente en qué nos encontremos, el tipo y avance de la sociedad y la fuerza del siniestro. Pero, lo que está claro es que la intensidad y destructividad de un desastre depende tanto del componente natural que lo conforma como de las características humanas; es decir, todo desastre es una combinación de características humanas y naturales.

En la última década, más de 780 mil personas han muerto a causa de desastres naturales. Un estudio de la ONU revela que los desastres se han visto duplicados en los últimos diez años, ascendiendo a un total de más de 3.800 desastres. El año 2010 ha sido el año récord en desastres naturales. Desastres como el terremoto de Haití, el terremoto de Chile, las inundaciones de Pakistán, el volcán de Islandia… se han cobrado la vida de casi 15.000 personas en un solo año.

Los desastres se pueden clasificar de diferentes maneras, por ejemplo, atendiendo a su velocidad de comienzo (súbito o lento) o a su escala (mayor o menor). Sin embargo, la clasificación que vamos a utilizar es la que los divide en función de la causa u origen y los separa en desastres naturales y desastres humanos.

Los desastres naturales son aquellos, como su nombre indica, debidos a un fenómeno de la naturaleza. En esta categoría se introducen los terremotos, tsunamis, erupciones volcánicas, inundaciones, sequías, tornados, avalanchas… por citar algunos.

Los desastres humanos son aquellos que se generan por la acción del hombre y su desarrollo. Así, algunos ejemplos serían: contaminación, incendios, explosiones, terrorismo, deforestación, sobreexplotación…

Sin embargo, los desastres naturales están íntimamente ligados con la praxis humana. La actividad humana puede provocar, intensificar, evitar o reducir un desastre natural. De esta manera, podemos decir que los desastres humanos dependen absoluta y totalmente de la acción humana y los desastres naturales dependen también de esta, aunque en menor medida.  El propósito del blog es, por tanto, saber hasta qué punto se pueden predecir y prevenir ciertos desastres naturales o, al menos, reducir su impacto al mínimo posible. Para ello, nuestros artículos van a presentar la siguiente estructura, puesta al conocimiento del lector para que le resulte más fácil la total comprensión:

  • Análisis de las características del territorio: situación de placas tectónicas, fallas, puntos volcánicos activos, suelos con tendencia a la aridez o desertización, clima…
  • Selección de los hitos más importantes en cuanto a desastres naturales y humanos se refiere. Valoración de los mismos: ¿podrían haberse evitado o reducido?

                

Nombre: Belén Presas Mata